martes, 23 de diciembre de 2014

CON LA LEPRA EN EL CORAZON

Carlos Burgos es un fanático hincha de Newells. A lo largo de los años a recogido un enorme material (banderines, figuritas, revistas, golosinas, etc) relacionado con el club de sus amores. Y para compartirlo creó este espectacular blog que terminó siendo una historia visual del equipo rosarino desde sus comienzos hasta nuestros días y una de las mas grandes, si no es la única, colección de estas características. Esperamos que lo disfruten :

www.newellselmuseo.blogspot.com



miércoles, 17 de diciembre de 2014

LA FOTO MAS FAMOSA DEL FUTBOL ITALIANO



Carlo Parola fue un jugador de fútbol italiano, famoso por haber pasado la mayor parte de su carrera en su club natal, el equipo de la Juventus Fútbol Club con el que jugó más de 300 partidos, también tuvo breves hechizos con el Lazio y Midland en la Argentina. Al final de su carrera fue entrenador del Turín. Sin embargo Carlo Parola es conocido en Italia como autor de la “bicicleta” que puede ser una de las más famosas jugadas del fútbol italiano. Su leyenda del fútbol comenzó el 15 de enero 1950, en un partido contra la Fiorentina (0-0 marcador final), allí en el minuto
80 hizo la famosa bicicleta, que no solo fue aclamada por el público, sino también inmortalizada en imágenes (por el fotógrafo Corrado Banchi). Esto le valió el apodo de "Mr. Rovesciata" (el Sr. Tiro de Bicicleta) y a la jugada conocida como “La Rovesciata di Parola” (la bicicleta de Parola). A los coleccionistas que ven por primera vez esta imagen, ¿que les recuerda su subconsciente?













lunes, 8 de diciembre de 2014

EL ARTESANO QUE GRABA VIEJAS FIGURITAS DE FUTBOL EN MARMOL

Dias atras tuvimos el inmenso placer de conocer al señor Marcelo Chiarello, un artesano que utiliza una tecnica para estampar antiguas figuritas de futbol en marmol. En una charla agradable nos conto sobre su coleccion de figuritas y sobres de futbol, ademas de enseñarnos algo de su trabajo. Quienes quieran contactarlo para solicitarle grabados o intercambiar material de coleccion pueden hacerlo a: chiarello.marcelo@yahoo.com.ar

A continuacion les dejamos la nota que le realizo el diario Clarin con respecto a su pasion:

Era un nene. Con apenas diez años se rateó del colegio y se acercó a la cancha de Argentinos Juniors. Antonio “Nino” Spilinga, arquero y gloria del club y ex campeón Intercontinental con la camiseta de Racing, estaba practicando después del entrenamiento y lo invitó a entrar a la cancha. Lo dejó pisar el césped, pateó unos tiros al arco que Spilinga atajó y se fue. Marcelo Chiarello no se olvidó jamás de ese gesto, de ese momento.

Muchos años después, pudo devolverle el favor. Chiarello conoció a un preparador físico de Argentinos Juniors, el club en el que trabaja por ese entonces Spilinga, y le pidió un favor: “Mandale esta figurita de mi parte”. El jugador lo llamó agradecido, no tenía esa figurita y, a cambio, le envió una foto original del equipo en el que había jugado. Historias como esta, Marcelo Chiarello colecciona de a montones. Igual que figuritas.

Con 48 años, Chiarello tiene una colección de más de 1.200 figuritas de fútbol. Comenzó a juntarlas

El querido Sportivo Barracas



por azar, en el año 2001, cuando las hijas del ex arquero de Boca Rubén Omar Sánchez le llevaron una figurita para que la grabara en piedra. El, artesano del mármol que hasta ese momento sólo había estampado en piedra boletos de tranvía, se dio cuenta de que podía combinar sus dos pasiones. Luego de ese trabajo inicial, se dedicó a buscar figuritas en los parques Rivadavia y Centenario y entre otros fanáticos.

Chiarello solo colecciona las figuritas de fútbol que salieron hasta 1981. En su colección cuenta con figurines dólar que venían en el tabaco, que datan del año 1925. También tiene algunas que se encontraban en los chocolatines o en los caramelos de la época. Incluso tiene figuritas de equipos que ya no existen más. Las más caras llegan a costar 200 pesos.



Con una formación prácticamente autodidacta en el arte de grabar y estampar la piedra, este coleccionista es también único en su género. Chiarello se dedica a hacer artesanías en piedra utilizando dos técnicas: el grabado con ácido y el estampado tradicional del yeso aplicado a la piedra. “Mezclo técnicas tradicionales con propias y luego pinto a mano”, explica. Cuando Chiarello descubrió que podía combinar su trabajo y su amor por el fútbol en su taller de Mataderos, comenzó a investigar y buscar en el mundo de las figuritas, para después replicar todo lo que consigue: cada figurita se transforma en un grabado.

Cuando Chiarello expone su colección en clubes de fútbol y filiales de hinchas, no presenta las figuritas que tiene en su haber, si no los grabados que hizo de ellas. Los tiene organizados por cuadros, por épocas, y en su trabajo están las cinco categorías del fútbol representadas. “Para mí es un desafío ir encontrando las figuritas de jugadores específicos. Eran mi juego de chico y hoy son otra vez una gran satisfacción”, cuenta.



“El fútbol me abrió muchas puertas –dice orgulloso–. Los jugadores me llaman porque quieren sus figuritas estampadas en piedra, y también los clubes. Y además a la gente le encanta”. ¿Cuál es su próximo objetivo? “Tengo pendiente estampar a Bochini. Ya estoy juntando sus figuritas para hacer un retrato en mármol”.

lunes, 1 de diciembre de 2014

COLECCIONISTAS DE LA PERPETUIDAD

En el rincón de una vieja biblioteca de madera vive un libro antiguo. Con sus hojas amarillentas, sus tapas manchadas, algunas letras borroneadas y su preciso olor a pasado. Ese libro antiguo –como casi todo objeto– tiene un precio; la diferencia es que esta vez lo tasaron románticos, historiadores y coleccionistas, y la módica suma no desciende de los miles de dólares.

Puede ser una obra de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, o tal vez más antigua: Facundo de Domingo Faustino Sarmiento; El Matadero, de Esteban Echeverría, o el Martín Fierro, de José Hernández. Pero no es un libro cualquiera de los que pueden conseguirse en una mesa de una librería de la calle Corrientes por apenas diez pesos. Ese libro… ¡es una primera edición! La misma de la que estos grandes autores realizaron la presentación en persona, aquella que publicaron con temor a la crítica, pero con ansias de triunfar en el arte de la gramática. Aquel primer volumen desconocía que años más tarde se convertiría en un clásico de la literatura, y menos que su valor sería casi infinitamente superior a su precio de lanzamiento.



“Existen tres grupos generales de coleccionables y coleccionistas”, afirma Helena Padin Olinik, dueña de la Librería Helena de Buenos Aires. “Hay libros que son muy buscados porque sellaron un hito, aunque hayan pasado tan sólo cuarenta años de su publicación. Son volúmenes que marcaron un tiempo y dejaron una huella en la literatura. Las más buscadas son las primeras ediciones, que estén con las tapas originales y en el mejor estado posible. Por ejemplo, Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, o Rayuela, de Julio Cortázar. El primero fue muy leído y se desarmaba fácil porque es muy frágil; quedan pocos en buen estado. En cambio, el segundo fue comprado a escondidas, es un libro transgresor de una época y se prestaba mucho; hay muy pocas ediciones. Cuando aparecen ejemplares impecables se venden muy rápido.

“También están los libros que son solamente para coleccionar. Tiradas muy cortas (de 30 ejemplares), firmadas por su autor o por el grabador, si tiene ilustraciones, o que es solamente una edición preciosa. El coleccionista lo compra, lo guarda en su biblioteca y nunca más lo toca: es un libro-objeto, no es para leer.

“El tercer grupo general de coleccionistas es el que también es investigador, el cual busca el libro sólo por ‘lo que tiene adentro’. Muchos de estos son libros de viajeros que describieron cada día de su expedición a algún lugar del mundo”.

-¿Por qué el elevado precio?

-El valor comercial del libro se lo adjudicó los años. Una de las anécdotas que circulan en el gremio es que un día se acercó un hombre a la librería Fernández Blanco en busca de la Historia de la ópera en Buenos Aires, por Mariano Bosch. Gerardo Fernández Blanco, antiguo propietario de la librería, le entregó el libro. El cliente lo miró y protestó por el elevado precio. Gerardo le dijo que estaba de acuerdo, pero que no le estaba cobrando el libro, sino el tiempo que lo guardó para que ese día lo encontrara.


“La oferta y demanda de estos libros –explica Lucio Aquilanti, actual dueño de Fernández Blanco– es según la cantidad de compradores que hay y cuántos ejemplares quedan. Por ejemplo, hay miles de personas que buscan primeras ediciones de Borges, pero también hay miles de libros. En otro sentido, tal vez haya treinta o veinte compradores que buscan libros de Ricardo Molinari, pero es probable que haya un solo ejemplar de este poeta argentino.

“Del mismo modo, hay también muchos libros que son escasos, pero que no se coleccionan, sino que son para museos, bibliotecas o solamente para investigadores. Por ejemplo, no hay coleccionistas del Perito Moreno, pero sí tienen un valor para una universidad o para un estudiante”.

–¿Sólo buscan las primeras ediciones?

–No siempre. La primera edición sobre la vida de San Martín de Bartolomé Mitre son tres tomos, la segunda, cuatro. En ese caso puede valer más la segunda, porque la primera está incompleta. No siempre una primera edición es la más buscada, pero sí en el 99 por ciento de los casos.

Sin embargo, al conversar con estos libreros de alma, uno puede sospechar que al verdadero librero le duele lo que vende, y muchas veces lo hace sólo porque es su trabajo.

Alberto Casares, presidente de la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina y dueño de la librería que lleva su nombre, cuenta que “siempre duele mucho vender un libro antiguo. Aunque también queda el consuelo de que el coleccionista que lo compró lo va a cuidar y lo va a querer como uno”.

–¿El coleccionista de libros también es lector?

–Hay quienes hablan con cierto desprecio del coleccionista, como alguien que compra libros para tener y no para leer. Pero con mis años de librero te puedo asegurar que la mayor parte de los coleccionistas son lectores: compran el antiguo para tener, y el nuevo para leer.

–¿Cuál es la función del coleccionista?

–Guardar. Y esa función de guardar es lo que le da al coleccionista la razón de ser. Él sabe que no se va a llevar el libro a ninguna parte, es un cuidador temporario de algo que pertenece a todos. Con su pasión está resguardando su preciado objeto para sus hijos, sus nietos y todos los que vengan después. Mientras está vivo y su fanatismo bibliográfico está pujante, va a poner mucho de su tiempo, su inteligencia, su esfuerzo y su dinero para cuidar cosas que pertenecen a la humanidad. Porque sabe que no son de él, aunque diga a sus amigos que tiene miles de libros. Todos los ejemplares que tenemos hoy en día son gracias a que alguien los coleccionó primero.

Fuente: revistacurandera.com

viernes, 21 de noviembre de 2014

POR QUE TE AVERGUENZAS DE COLECCIONAR FIGURITAS (CROMOS, LAMINAS, BARATIJAS, STICKERS)?


Estoy seguro que este articulo a muchos les hará pensar, es mas se sentirán retratados en el, y espero a todos nos ayude a mostrar a la gente que no colecciona que no estamos errados. Apuesto a que la mayoría paso o pensó alguna vez así.

¿Por qué te avergüenzas de coleccionar cromos?
Preparados, listos, fuera. Estás en carrera, buscando tu camino a través de la multitud. ¡Ahí lo tienes!, finalmente lo ves. Lo que estás haciendo te hace ver como un ladrón de bancos. Entras en la tienda, caminas furtivamente entre los estantes, lo más disimulado posible.
- De repente un ayudante de la tienda te pregunta: "¿En qué puedo ayudarle Señor"?
- Tu cara se enrojece. Te sientes como el adolescente que compra condones en la farmacia.
- "Ehh, por favor, ¿puedes darme cinco paquetes de cromos?"
- "¿Qué cromos, señor?"
- "Ohh, no tengo ni idea, estos son para mi sobrino. Creo que se llaman cromos, pero no estoy seguro."
- "¿Quiere usted decir los últimos de Angry Birds"? el chico te pregunta, y muestra el paquete colorido de la última colección de cromos de la historieta.
- Sabes que no son esos los que buscas, todavía está tratando de parecer despistado y desinteresado.
- "Oh, no estoy seguro, ya que estos no son realmente para mí. Usted sabe son para mi primo".
- "Bueno, ¿pensé que había dicho que son para su sobrino?"
- "Sí, eso es lo que he dicho, para mi sobrino. A él le gusta el fútbol. ¿Hay cromos de fútbol? No tengo idea de cuál por cierto, ya que no los colecciono. Es decir ¿quién coleccionas cromos?"
- Lo dijiste. ¿Quién colecciona cromos?... ¡Tú lo haces! Dios, maldita sea. ¿Estás contento ahora? Ya denigraste tu afición. ¿Por qué tienes miedo de admitir que coleccionas?
- Y ahí estás. Nervioso como si estás haciendo algo mal. Te sientes como ladrón. Tienes miedo de que tus compañeros de trabajo puedan verte. Imagínese lo que dirían: Usted, un señor de oficina, colecciona cromos. Si sólo este tipo se diera prisa, ¡maldita sea!
- Los compras y sales a la carrera a través de la multitud de nuevo. Los guardas apretujados en un apretado bolsillo. Al igual que hace 20 años cuando eras un niño y tu mamá te compró unos paquetes. Se siente lo mismo, ¿verdad? Está en la luna. Y casi no puedes esperar a llegar a casa para rasgar los paquetes y ver que tienen.
Pero espera, el próximo tren sale en 15 minutos. ¿Eres lo suficiente paciente? ¿Qué pasa si los tres cromos que faltan están en esos 20 paquetes? ¿Es hoy el día en que finalmente podrás completar tu álbum de cromos?
A la mierda. No puedes esperar. Estás emocionado. La estación del metro está llena de gente. ¿Qué pasa si alguien te ve abriendo un paquete? Imagina la vergüenza. Tú, un hombre de mediana edad, casado, con hijos, abriendo paquetes de cromos en una estación de metro. ¿Qué diría la gente?
Siempre se puede tratar de usar el truco "nosonmiosloshalleenelsuelo", ¿verdad?
Allí hay un lugar en la estación de metro que no tiene gente. Pero espera, ¿no es el lugar donde los adictos suelen pasar el rato? ¡Maldita sea! No te importa, ¿verdad? Mientras nadie te vea.
Rápidamente vas a la parte lejana y sola de la estación de metro. ¡Nadie alrededor! Prefecto. Te sientes como uno de esos adictos a la espera de ser agarrados. Poco a poco sacas los paquetes fuera del bolsillo. Te sentirías muy bien si pudieses gritar como el Gollum de El Señor de los Anillos: ¡mi precioso!... El olor de los paquetes te excita, pero tienes que ser rápido. Alguien podría venir.
Rápidamente desenvuelves los paquetes de cromos. Abres uno, un segundo, un tercero, sucesivamente. Todavía nada. En el quinto paquete te sale el cromo de Filip Helander del Malmö FF. Dos cromos más y habrás completado tu colección. Quince paquetes más por abrir. En los paquetes restantes obtienes la insignia brillante del Arsenal. Solo un cromo faltante. ¡Cielos, esto es divertido! Comienzas a orar en silencio. "Por favor, Dios, que sea el que necesito", susurras. En el último paquete finalmente sale la #345, ¡entras en éxtasis! "¡finalmente completo!". Lamentablemente te das cuenta de que no es la #345 ¡la que necesitas es la #354!
Mierda. Acabas de perder el tren.
Parece que mañana va a ser otro día de compras secretas.

Entonces ¿por qué tenemos miedo de comprar cromos?
La historia anterior es completamente ficticia. Ningún animal resulto herido, ningún tren se perdió y lo más importante, ningún álbum quedo incompleto. Aunque soy muy malo en contar historias, creo que la mayoría de nosotros experimentamos una situación como la descrita. Nos enseñaron que los cromos son juguetes para los niños, y luego crecemos, por lo que tenemos que comportarnos como adultos.
Pues déjenme decirles esto, yo no quiero comportarme como todos. Soy creativo. Me gusta hacer cosas tontas. Mi afición me hace sentir relajado. Me inspira. Me hace una mejor persona, ¡realmente lo hace!
Disfruto abrir paquetes de cromos, me hace sentir muy bien. Cada vez que abro un paquete, me convierto en una versión 9 años de edad, de mí mismo. Y me encanta. ¡Demasiado! ¡Y, así eres tú! Nos gusta ser niños. ¿No es así? Para nosotros los cromos son la forma de preservar el niño interior, la forma de nunca crecer, la forma de ser diferente, de ser nosotros mismos.
Si te gusta coleccionar cromos, tarjetas, figuras, o cualquier otra cosa debes estar orgulloso de ello. No eres un “raro”. Eres un apasionado por algo. Créanme la gente que juzga a otros en función de su hobby por lo general tiene una afición que no es muy bien vista. Tal vez beben, usan drogas, Dios sabe qué.
Y tengo una tarea para ti
Si te gusta ser un coleccionista, sólo házmelo saber en los comentarios de este post. Escribe un comentario para apoyar a otros que están avergonzados de su afición. Muestra a todos los chicos detrás del teclado cuán grande es el coleccionismo.
Esto es para todos nosotros, para los coleccionistas que nunca quieren crecer. Esto es para ti. Comparte la pasión, disfrutar de la afición, se tú mismo.
Y la próxima vez que alguien te pregunte, dile: Yo soy un coleccionista. Me encanta, y no me importa si crees que soy un niño, porque esta afición me hace sentir bien. Y eso es todo lo que importa.

Traduccion: Mariano Rafael Arias Ch

Tomado de: cardzreview.com

martes, 11 de noviembre de 2014

ILUSTRUM, EL TRIVIAL DE LOS CROMOS (FIGURITAS, LAMINAS, BARATIJAS)

El intercambio de cromos no es un juego del pasado. La afición sigue vigente a través de la red social Ilustrum, que engancha a 53.000 internautas, da empleo a 11 personas y ya es rentable. Su autor, Albert Abelló. A sus 25 años, este ingeniero de telecomunicaciones de Tarragona prepara su partida hacia el californiano Silicon Valley. El objetivo, conquistar al mercado estadounidense.
Ilustrum, de registro gratuito, es una red social donde podrá intercambiar cromos, si antes responde correctamente a determinadas preguntas. Como más rápido conteste, más posibilidades tiene de llevarse los cromos deseados. Además, reparte cada día entre sus usuarios la moneda virtual sestertius, que sirve para desbloquear las preguntas que no ha conseguido contestar.
“Hemos unido el clásico juego de Trivial de toda la vida con el coleccionismo de cromos, la pedagogía y el mercadeo. Estos factores enganchan. Intercambias los cromos repetidos con internautas de todo el mundo, así vas completando las colecciones”, explica el joven ingeniero, que está terminando un máster en Finlandia y ultima un proyecto para Google, Mozilla y Angry Birds.
Colecciones de cromos y cuestionarios son creados por los participantes. Un factor que, según Abelló, es el principal aliciente para los socios de Ilustrum. Después el resto de la comunidad decide cual se activa cada día para empezar a jugar con ella. Su temática, variada: fútbol, besos de la historia del cine, maravillas del mundo, ciudades, fotografías Lomography, armas, guerras, carnavales, hechos históricos, comidas...
“El negocio de los cromos siempre ha funcionado, aunque ahora está en horas bajas porque las grandes empresas no saben como dar el salto al mundo digital”, dice Abelló, que empezó esta aventura de la mano de su padre, del mismo nombre, y presidente de la Cámara de Comercio de Tarragona. Ambos buscaban oportunidades de negocio, se les ocurrió la idea y certificaron que “no existía este tipo de página en Internet”. Y se lanzaron a la aventura con un presupuesto inicial de 250.000 euros de capital familar. “Ningún banco me habría dado un crédito”, asegura el joven empresario. Con el tiempo, la consultora a la que acudieron para asesorarse empezó a creer en Ilustrum y decidió participar en la empresa, adquiriendo el 25% con una inversión de 600.000 euros.
Los inicios no fueron fáciles, recuerda Abelló. “El primer día que subimos Ilustrum al ciberespacio estaba en la estación de Sants (Barcelona). Iba a la universidad y llamó mi padre para decirme que nadie entraba en la página”. Entonces el joven envió “de una manera poco legal” un correo electrónico a todos los estudiantes de la Universidad Rovira i Virgili explicando que había creado un juego, que estaba en fase de pruebas y necesitaba usuarios. “En mayúsculas puse que regalaríamos iPads”, sonríe.
A las pocas horas le volvió a llamar su padre escandalizado: En solo un día 1.500 personas habían ingresado en Ilustrum. Al cabo de poco tiempo organizaron una fiesta para ellos en una discoteca. “Regalamos las tabletas prometidas, suscripciones premium al servicio musical Spotify... Fue mucho más barato que una campaña de marketing. El único requisito para entrar en la fiesta era responder a un cuestionario. Al final tuvimos 150 hojas repletas de consejos sobre cómo tenía que evolucionar Ilustrum. Esa pasó a ser nuestra hoja de ruta. El trabajo de 18 meses ya estaba planificado”.
Tras haber invertido en la red social casi un millón de euros, Ilustrum empieza a ser rentable. El 15% de los usuarios pagan una cuota mensual por tener facilidades en el juego y otros abonan micropagos. Sus 11 empleados, que trabajan desde casa, “son los primeros jugadores de Ilustrum. Es más provechoso que contratar a través de currículo porque están tan implicados como nosotros”.
El próximo objetivo es abrir sede de captación de usuarios en Estados Unidos, alcanzar los 500.000 euros de facturación y dar el salto a las escuelas para que los niños aprendan jugando con Ilustrum. “Si lo conseguimos, será la bomba”.

Fuente: ccaa.elpais.com

viernes, 7 de noviembre de 2014

ALBUMES DEL AYER: MEXICO 86

Este album es de los mas queridos por nosotros los argentinos. Todos recordaremos por siempre el gran gol de Maradona a Inglaterra en cuartos de final y el infartante partido frente a Alemania en la final. Que lo disfruten:







































martes, 28 de octubre de 2014

ALBUMES DEL AYER: FRANCIA 98 PANINI

Este album sera recordado por todos porque fue el album que pocos pudieron llenar. En el caso particular de Argentina no salieron a la venta las figuritas de la seleccion de Iran y de tres jugadores de Inglaterra (Tony Adams, Robbie Fowler y Les Ferdinand). Se creo un mito al respecto: segun algunos, por orden expresa del Sha de Iran, no aparecian las fotos por sus creencias religiosas. Lo que sucedio realmente fue que la Federacion de dicho pais no cedio los derechos de las imagenes. Esto provoco los espacios en blanco en miles de albumes. Posteriormente aparecieron figuritas de esta coleccion (curiosamente algunas con camiseta roja y otras con camiseta amarilla) haciendo que los que las adquirieron lograsen completar el album








































Las versiones de la selecion de Iran: