martes, 16 de junio de 2015

PARA LOS COLECCIONISTAS, EL VINILO SIGUE SIENDO REY

Hablar de coleccionismo discográfico tiene sus riesgos, no crean. Los especialistas en el tema supondrán descubrir que hay decenas de miles de personas en Argentina, y varios millones en el mundo, buscando toda
clase de material musical en pizarra, (pasta) vinilo y C.D., y lo digo en un orden de respeto cronológico, aunque para la gran mayoría de coleccionistas, no cabe duda que el Rey del coleccionismo musical, es el vinilo.

Como ejemplo de los distintos gustos musicales de los coleccionistas tenemos a los recientemente iniciados, que por supuesto coleccionan en cualquier soporte y en base a sus gustos, criterio y cultura. Entre los coleccionistas, siempre ha existido quien pretendía conseguir todas las canciones de una serie de artistas, también a quien le interesan las letras, otros, los ¨directos¨. (en vivo) y por supuesto los estilos de música, sumando libros, carteles, películas que definen claramente a las diversas tribus músico-culturales
Entre el tipo de gente que busca canciones o discos en concreto –los más puristas, son los que se dedican a un solo estilo– aquí encontramos a los Jazzmen, Clásica, Ópera, Folk, Heavy, Punk, Rock, etc ¿Pero qué ha ocurrido en los últimos años durante los cuales se ha producido el boom del coleccionismo?. En mi opinión, son varios los factores que han influenciado o coincidido: las generaciónes de los 60's y 70's han alcanzado un alto poder adquisitivo; estas mismas generaciones copan, desde los 90's, amplias zonas de influencia; tenemos a las grandes compañías discográficas, con su política y avaricia, que en su momento enrarecieron y alteraron el desarrollo y evolución normal del mercado discográfico, con la llegada del CD provocaron la desaparición ficticia del vinilo y no han parado de cometer desastres desde ese momento; las grandes superficies, ante la nula preparación de quienes están al frente de las secciones musicales y culturales, se plegaron a la dictadura de las multinacionales discográficas y colaboraron con ellas, eliminando de sus secciones dedicadas a la música, el vinilo y en la actualidad, dedicando cada vez menos espacio a los CD´s y la música en general; esta situación, (que se veía venir), ha venido a potenciar el encarecimiento del vinilo, pero ha supuesto un beneficio, ya que las pequeñas tiendas especializadas, y sobre todo las Ferias de Coleccionismo están viviendo una buena época desde hace tiempo, siendo el sector que canaliza en su mayor parte, las demandas de los coleccionistas en todo el mundo en lo que respecta las ediciones en vinilo reivindicando su especial sonido y presentación, más allá del objeto fetiche.
Para los más jóvenes, que buscan las nuevas músicas y nuevos grupos, los artistas actuales (salvo excepciones) no son alternativa (de momento), ni musicalmente, ni estéticamente. Se da el caso además, de que los grupos importantes en la actualidad, también están reclamando de sus editoras el sacar al mercado un número de discos en vinilo de sus nuevas producciones. En Argentina, concretamente, podemos ver que varios de los últimos discos de Babasónicos, Calamaro, Divididos, Catupecu Machu, Cerati, Ratones Paranoicos o Charly García (entre otros) optaron por ediciones en vinilo. Incluso las grandes compañías que denostaron al vinilo hoy están editando muchas de las obras maestras y artistas más populares de la música en este formato de nuevo
Cuando puse en marcha, en 1982 en el Hotel Mindanao de Madrid, la idea de celebrar eventos donde se pusiera de manifiesto el interés de muchos miles de personas, a reunirse, durante unos días y unas horas, para poder conseguir todo aquello que buscan en relación con su cultura y gustos, no imaginaba que ésta iniciativa sería una de las ideas con más éxito de los últimos años en el mundo de la música a nivel global.
A partir de ahí, una trayectoria en ascenso claro, tanto que como es lógico, hoy son muchos los que imitan nuestro modelo en el mundo con distinta suerte, dependiendo de su inteligencia y medios.
Por otra parte, la legión de fieles se renueva continuamente, pero no olvidemos que muchos de los que acuden hoy a estas Ferias, no habían nacido cuando empezamos a poner un poco de orden en el mercado del coleccionismo musical.
En cuanto a los precios, se suscita una cuestión básica para la supervivencia de estas actividades, ahí, mi lucha con muchos expositores y profesionales para que se pongan al día en cuestión de valoraciones, apoyando la idea de que, más vale equivocarse a la baja, que poner una pieza demasiado cara y si no se está seguro, recurrir a un experto antes de poner determinado disco a la venta.
En fin, bienvenidos al mundo mágico del coleccionismo de discos, donde, como se indica al inicio de este artículo, los discos de vinilo ( L.P y Single ) siguen siendo los protagonistas de esta actividad, y esto es así por merecimientos propios, pues las portadas, encartes, presentación, estética, sonido, imposibilidad de encontrar determinadas músicas con otras presentaciones hacen que los discos del vinilo en cualquier formato, formen parte de nuestras mejores historias y sean el mejor referente de fiabilidad y sofisticación para la recreación de las distintas atmosferas que cada uno de nosotros buscamos.
En cuanto al CD, su evolución ha sido constante, las presentaciones, han mejorado mucho respecto a las que se utilizaban y daban por buenas al principio de su llegada al mercado, su tamaño se ha ido “agrandando” en base a diseños, atrevidos y presentaciones innovadoras. Hoy forma parte por méritos propios de la historia de la música por derecho, ya que mucha de la mejor esencia musical solo está editada en compacto y la convivencia del Vinilo y el CD en el mundo del coleccionismo es inevitable. Por eso, se equivocan los que quieren ir por separado, pocas colecciones se pueden considerar completas sin recurrir a los dos formatos, más allá de que el C.D sepa quién es el rey