A continuacion les dejamos la nota que le realizo el diario Clarin con respecto a su pasion:
Era un nene. Con apenas diez años se rateó del colegio y se acercó a la cancha de Argentinos Juniors. Antonio “Nino” Spilinga, arquero y gloria del club y ex campeón Intercontinental con la camiseta de Racing, estaba practicando después del entrenamiento y lo invitó a entrar a la cancha. Lo dejó pisar el césped, pateó unos tiros al arco que Spilinga atajó y se fue. Marcelo Chiarello no se olvidó jamás de ese gesto, de ese momento.
Muchos años después, pudo devolverle el favor. Chiarello conoció a un preparador físico de Argentinos Juniors, el club en el que trabaja por ese entonces Spilinga, y le pidió un favor: “Mandale esta figurita de mi parte”. El jugador lo llamó agradecido, no tenía esa figurita y, a cambio, le envió una foto original del equipo en el que había jugado. Historias como esta, Marcelo Chiarello colecciona de a montones. Igual que figuritas.
Con 48 años, Chiarello tiene una colección de más de 1.200 figuritas de fútbol. Comenzó a juntarlas
El querido Sportivo Barracas |
Chiarello solo colecciona las figuritas de fútbol que salieron hasta 1981. En su colección cuenta con figurines dólar que venían en el tabaco, que datan del año 1925. También tiene algunas que se encontraban en los chocolatines o en los caramelos de la época. Incluso tiene figuritas de equipos que ya no existen más. Las más caras llegan a costar 200 pesos.
Con una formación prácticamente autodidacta en el arte de grabar y estampar la piedra, este coleccionista es también único en su género. Chiarello se dedica a hacer artesanías en piedra utilizando dos técnicas: el grabado con ácido y el estampado tradicional del yeso aplicado a la piedra. “Mezclo técnicas tradicionales con propias y luego pinto a mano”, explica. Cuando Chiarello descubrió que podía combinar su trabajo y su amor por el fútbol en su taller de Mataderos, comenzó a investigar y buscar en el mundo de las figuritas, para después replicar todo lo que consigue: cada figurita se transforma en un grabado.
Cuando Chiarello expone su colección en clubes de fútbol y filiales de hinchas, no presenta las figuritas que tiene en su haber, si no los grabados que hizo de ellas. Los tiene organizados por cuadros, por épocas, y en su trabajo están las cinco categorías del fútbol representadas. “Para mí es un desafío ir encontrando las figuritas de jugadores específicos. Eran mi juego de chico y hoy son otra vez una gran satisfacción”, cuenta.
“El fútbol me abrió muchas puertas –dice orgulloso–. Los jugadores me llaman porque quieren sus figuritas estampadas en piedra, y también los clubes. Y además a la gente le encanta”. ¿Cuál es su próximo objetivo? “Tengo pendiente estampar a Bochini. Ya estoy juntando sus figuritas para hacer un retrato en mármol”.
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